lunes, 28 de abril de 2008

Entre tú y Nadie*

Te presento a Nadie:

Nadie era mi mejor amigo, siempre tan atento, siempre tan cerca de mí… Él era mi mayor apoyo, el pilar sobre el que se había construido mi vida.
Nadie era quien me consolaba, quien escuchaba mi silencioso llanto y también quien me hacía reír.
Nadie me animaba a hacer felices a los demás sin que éstos notaran ni un ápice de lo que yo sufría.
Nadie me decía qué era lo correcto, me aconsejaba sobre lo que debía o no hacer.
Nadie me contaba historias, me hablaba del mundo – tan ajeno para uno y tan cercano para otros – y también de las personas.
Nadie era quien absorbía mis pensamientos y mis sentimientos, los mecía suavemente y los moldeaba a su manera hasta que conseguía hacer de ellos algo hermoso y sólo entonces, si lo merecía, me los devolvía más vivos que nunca…
Nadie despertaba en mí todo aquello que siempre permaneció dormido, todo aquello que sólo aparecía en mis sueños.
Sueños… A Nadie le importaban mis sueños, parecía tener esperanza en que se hicieran realidad, en que algún día yo me separaría de él y cumpliría todo aquello que había deseado.
Nunca creí que ese momento llegaría…

Nadie desapareció.
Nadie dejó de existir en el instante en el que apareciste tú...



Si yo me quejo... Pero al fin y al cabo soy una niña obediente: actualización que me piden, actualización que tienen :D (Valeee, no es ese el motivo, pero no paasa nada)
En fin, que después de tanto tiempo y una entrada tan depresiva vengo con algo nuevo un poquito menos triste (mucho para mí, la otra entrada tenía bastante de realidad T.T)
Finalmente, y porque tengo que irme ya a clase, sólo espero que les haya gustado.

¡Un beso!
*Cazadora de estrellas* (¿O debería decir Cazy? ^^)