domingo, 7 de octubre de 2007

El violinista del cuarto andén


Bredriek. Bredriek es su nombre, tan sonoro como lo es la fuente que sacia sus ganas de vivir desde hace tantos años.
No tuvo una infancia perfecta… ni ya nadie puede afirmar que la tuviera. Cuando apenas era un niño, la crueldad del destino se llevó a sus padres y le dejó como único responsable de sí mismo y de su hermano pequeño, al que pronto le diagnosticarían una enfermedad incurable.
Aunque se hospedó en muchas casas, nunca tuvo un hogar. Jamás leyó un cuento o jugó con alguien que no fuera su hermano. Jamás tuvo nada.
Nada, excepto sus sueños. Se alimentaba de ellos para poder cubrir sus tristezas, se servía de la ilusión para creer que algún día dejaría de vivir en la miseria y podría ayudar a su hermano a luchar contra su enfermedad, soñaba con otros lugares, con otros tiempos, con otros mundos… soñaba con la música.
La música y sus músicos. Esa era su mayor fascinación, la mayor de sus esperanzas; llegar a ser violinista y tocar donde todos, sin excepción alguna, pudieran oírle.
La misma fuerza que le arrebató a su familia le entregó al mejor amigo que pudo encontrar. Acudía todas las tardes a escuchar a su violinista favorito, al único que vio en persona, un hombre anciano que tocaba en una de las calles principales de Moscú con su viejo violín y que absorbía toda su atención lejos de estar pendiente de los otros maravillosos espectáculos callejeros.
Al anciano le sorprendió tal admiración por parte de aquel chico, y quiso introducirle en el mundo de la música. Cada tarde le enseñaba cosas nuevas que Bredriek no tardaba en aprender. Las personas que paseaban con prisa se detenían a ver aquella espontánea clase de violín que tanto parecía impresionarle al niño.
Progresaba muy rápido, pero igual de rápido empeoraba su hermano y envejecía su anciano profesor.
Pasados los meses, fue como cualquier tarde a recibir sus clases, pero en vez de encontrar al anciano encontró un estuche con una carta encima. No hizo falta abrirla para deducir que había ocurrido. En la carta, el anciano maestro le agradecía haberle brindado tan amable compañía en sus últimos días y le entregaba, como su más preciado regalo, su viejo violín acompañado de sus partituras favoritas.
A partir de aquel momento, Bredriek siguió aprendiendo por sus propios métodos y durante un lago periodo de tiempo ocupó el lugar que antes había ocupado su maestro en aquella calle de Moscú. Con el dinero que conseguía compraba comida y alguna prenda de ropa. Reservaba parte de lo que ganaba para algún día poder tener un lugar en el que dormir que no fuera la calle.
No pensó cuánto de importante fueron sus ahorros para su futuro, pues varios años más tarde encontró un piso de apenas unas decenas de metros cuadrados que podía comprar. Por supuesto, no era gran cosa, pero era suficiente para no pasar frío y no empaparse durante las noches de lluvia y tormenta.
Consiguió pequeños trabajos a lo largo de su vida, pero nunca ninguno le duró más de unos meses, pues siempre aparecía algún otro que se hacía llamar violinista y que tenía en su bolsillo más dinero del que Bredriek jamás podría llegar a tener.
Ahora, en la actualidad, es un pobre violinista que toca sus más bellas obras en el cuarto andén de la estación de trenes de Moscú. Era juzgado injustamente cada día por su miserable indumentaria, sólo unos pocos podían apreciar las hermosas melodías que salían de aquel viejo violín y contenían más historias y sentimientos de lo que cualquier persona pudiera llegar a expresar.
Su hermano vive aún con él, en el mismo piso que compraron hace ya más de medio siglo y con la misma enfermedad que le había sorprendido en su infancia y que provocaba que a veces no se acordara ni de su propio hermano.
Cierto, aún son pobres, aún no viven en las mejores condiciones, aún no son aceptados por todos… pero no están solos.
Lo único que puede hacernos despreciar nuestra vida es la soledad, el no sentirnos queridos, el no tener por quien alegrarse y quien se alegre de ti…
Bredriek era muy rico en ese aspecto, y así fue como se convirtió, junto a su amada música y a su querido hermano, en el hombre más feliz con el que jamás pudo llegar a soñar.


¡Hola! Vuelvo después de una semana para colgar algo nuevo que he acabado hace cinco minutos ^^. Puede que no sea lo más bonito sobre lo que hablar, pero para mí ha sido como describir una triste realidad disfrazada en modo de cuento y añadiéndole mi toque personal; mi música y mi violín.

Laura... si pensabas que te iba a dedicar esta entrada, estás en lo cierto, pues si no me hubieras dicho que ya era hora de que colgara algo, ayer-noche no me hubiera puesto a pensar en nuevas historias (consideré la idea de relatarte como me pediste, pero pienso que esto otro es mucho más interesante de imaginar y de leer que algo relacionado contigo xD).

Cómo no, me gustaría dedicarselo también a todos los que algun día soñaron con ser algo o alguien, a los que todavía lo sueñan, a todos aquellos que no tienen el lujo de poseer los medios para poder llegar a leer este blog.

Para mí, para tí, y para todos ellos, Bredriek ha sido creado.

¡Un beso!

*Cazadora de estrellas*



4 comentarios:

Anónimo dijo...

Puede que lo que diga sonorá muy cursi, pero me trae sin cuidado.
Ana tienes un don,un don increible, y te lo digo de corazón; no porque seas una persona a la que quiero mucho. Eres capaz de trasmitime lo que el personaje siente sin apenas decirlo.
Tía te sales.
Un besote Sandra

Lauris dijo...

¡¡Hola!! Lo unico que puedo hacer es copiar y pegar el comentario de sandra, seria lo que mas se acerca a la realidad. Pero como tengo que dejarte un comentario digno, me lo currare xD Me empiezo a arrepentir de haberte pedido que actualizases... que no, que es broma :P Vaaamos alla xD:

Tienes 2 dones (muchos mas en realidad pero voy a decir estos 2):
Un don para escribir, para transmitir sentimientos, sensaciones, vidas diferentes; para hacer que nos demos cuenta que hay cosas mas alla que el dinero, los bienes materiales; para contar historias que ocurren en otros mundos, en otras estrellas incluso; tienes una grandisima imaginacion.
2- un grandisimo don para tocar el violin, que se te da genial, y aunque no te haya escuchado mucho sé que lo tienes xD UN don para la musica en general, porque con un misero video del youtube y con la cancion 18 eres capaz de encontrar las notas de Cancer, a cancion mas bonita y triste habida y por haber en este mundo, y ademas eres capaz de tocarla asi, por la cara (que envidiaa T.T xDDD)
Y, en este relato, has conseguido unir esos dos dones.
Eres genial, en serio.

Tambien tienes un don increible para hacer que escriba comentarios larguisimos solo con pedirlo, cosa que no veo normal ¬¬ (¿tendrás el don de comprarme un polvoron en octubre y ademas comertelo conmigo??? xDDDD)
¡Ah! Gracias por dedicarme el relato ;) Y... NO se que mas decirte, que espero que te conformes con este comentario porque es muuy largo y esta muy currado (sé que dirás que eso tendrias que decirlo tu, pero yo se que lo esta y me trae sin cuidado que tu creas que no me lo he currado, porque en ese caso dejaria de escribirte comentarios tan largos y punto xDDD)
Tambien tienes un don para hacer que te cuente TODOS mis cotilleos sin que tu me cuentes ninguno ¬¬ Eso tendra que cambiar tarde o temprano... xD

NO me hagas mucho caso, sabes que esto mal de al cabeza.

¡¡Besos!!
Laura

PD: ¿suficiente?

Anonimato dijo...

¿Por qué escribís comenarios tan largos...? Ahora el mío va a parecer enanito T.T
Bueno habrá que intentarlo.
Laura y Sandra tienen toda la razón, eres genial, y escribiendo pareces toda una profesional. (pero que no se te suba a la cabeza:P)Ja,ja,ja. Es broooma. Te prometo que me creí toda la historia del violinista, y que estaba sorprendida por lo bien informada que estaba sobre su vida. Vuelvo a repetirte que tienes cierta inclinación a poner finales melancólicos, pero en esta ocasión me encanta, ha sdo muy bonito. Me encantan tus historias, y espero que estés continuando la de Ben, porque me niego rotundamente a permitirte que lo dejes abandonado en un planeta quien sabe dónde (que raro ha sonado...) Bueno, que ya nos veremos mañana en el cole (que ganas...)
Besotes. Y como dice una amigüita mía: Hasta lueguín.

P.D: ¡¡He hecho toda la tarea!! Creo.

Cazadora de estrellas dijo...

Jajaja, laurita, no sé por qué, pero me da que conozco a esa amigüita tuya... xD
Gracias a las ters por comentar, en serio, ¡LAS QUIERO UN MONTÓN! A Sandri, por ser mi amiguita desde que llegué a la Pureza, a lauris (tengo que llamarte así para diferenciarte de la otra xD) por ser mi vecina favorita y de toda la vida ^^ (qué habrías hecho tú sin mí...) y a laurita, por ser mi mejor compañera de clase actual XD, que, aunque ahora nos cambien de sitio y no puedas ver mi cara cuando me interrumpes en mis descubrimientos matemáticos, seguiré explicándote la tarea que no entiendas (pero no abuses de mi ehh...
De nuevo, muchas gracias a todas, me alegro de que les haya gustado mi pequeño cuento y de que les guste como escribo ^^

¡Un beso enorme!

*Cazadora de estrellas*